El interés es una parte innata de la persona.Se aprende a andar, tocar, acariciar, comer, hablar, correr… y todo es novedoso y lleno de satisfacción. Cuando se empieza a descubrir el mundo, el interés es parte del juego del aprendizaje, todo es novedad, se quiere saber para que sirve todo. Se es como una esponja que absorbe y aprende todo lo que este mundo tiene que ofrecer.
Este interés empieza a desaparecer cuando entra la obligación de aprender y no se sabe para que sirven las cosas que están aprendiendo. Si no se sabe para que sirve leer no hay interés por hacerlo, si se sabe, entonces si que se quiere aprender, sino leer es simplemente un ejercicio monótono de repetición con poco o nada de sentido, cuando si se mostrara lo que se puede hacer con la lectura, como por ejemplo leer miles de cuentos y saber lo que significan cientos de cosas, los niños mostrarían mucho interés y aprenderían con facilidad.
El desinterés nace muchas veces del desconocimiento. Muchas veces no se presta atención en clase porque hay un desconocimiento de lo que es la materia, se tiene que estudiar y punto. Esto hace que la curiosidad que también es parte del ser humano desde que empieza a aprender se quede adormilada, casi inexistente, una forma de suprimir tanto el interés como la curiosidad es hacer que se aprendan cosas inútiles por obligación.
Aprender por obligación. Se puede apreciar que a cualquier adulto si se lo obliga a hacer algo en lo que no está interesado lo deja por falta de interés y se ve como una cosa normal y no hay conflictos al respecto, pero si lo hace un niño, se le recrimina y se le fuerza a que lo haga contra su voluntad. En la edad adulta se aprende la mayoría de la veces solo cuando algo importa y es interesante. Entonces surge la gran cuestión ¿Por qué se permite en los adultos y no en los niños? La obligación coarta y desanima pero una cosa normal en la sociedad es que se fuerce a hacer cosas contra su voluntad a los que tienen que aprender. Aprender es un placer no una tortura.
El interés se puede fomentar. Muchas veces se tiene una predisposición e interés hacia ciertas actividades o materias, son lo que podríamos llamar nuestras pasiones, las cuales se aprenden por gusto y sin esfuerzo. Pero muchas veces este interés se puede fomentar en los alumnos. Se puede hacer que conozcan y sepan para que sirve la materia o cosa. Esto solo funciona en los casos donde lo que se enseña tiene una aplicación práctica en la vida diaria, si se intenta crear interés en algo que no tiene una utilidad práctica en la vida diaria, es muy probable que los alumnos no quieran aprenderlo, por muy ingenioso que sea el método de enseñanza.
Si se fomenta la curiosidad en el alumno se fomenta su interés.
Estas son algunas de las cosas que se pueden conseguir si se aprende por interés:- Concentración durante bastante tiempo- Rapidez en la asimilación de los conocimientos- Retención prolongada de los conocimientos
- Tranquilidad
- Entusiasmo
- Armonía
- Querer conocer más y más
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